Por. Dr. Sergio Córdova López
El término se refiere a un grupo numeroso de trastornos y enfermedades del cerebro debidas a una alteración en la función eléctrica de las neuronas o células del cerebro. Ocurre de manera intermitente en forma de “descargas eléctricas” y, de acuerdo con la zona del cerebro afectada, se manifiesta con diferentes síntomas.
El conjunto de las epilepsias son uno de los tres problemas neurológicos más frecuentes a nivel mundial. Se estima que a nivel global más de 50 millones de personas la padecen. Pueden iniciar a cualquier edad
Debido a la naturaleza intermitente de estas “descargas eléctricas”, los síntomas ocurren en forma de crisis o ataques: la persona se encuentra bien y repentinamente presenta un cambio. Cae al piso inconsciente con movimientos intensos de todo su cuerpo en una convulsión. O presenta breves contracciones sobre todo en sus brazos y esto se llama mioclonías. Puede desconectarse de su capacidad de percibir lo que le ocurre y actuar de forma involuntaria sin conciencia presentando “automatismos”. Puede experimentar emociones, pensamientos, recuerdos distorsionados o movimientos involuntarios y rítmicos u hormigueo, así como dolor de una mano o de un pie, que lentamente avanzan a otras áreas del mismo lado del cuerpo.
Lo importante y llamativo es que estos u otros síntomas ocurren repentinamente y tienen una duración de apenas unos segundos a no más de 2 a 3 minutos. Al finalizar, la persona gradualmente se recupera a su condición normal. Pero estas crisis se repiten cada cierto tiempo.
¿Cómo se puede identificar la causa de esta enfermedad?
En neurólogo clínico, especialmente el epileptólogo, hace el diagnóstico de algún tipo de epilepsia con base en la historia clínica de la persona, interrogando y analizando videos de los episodios que presenta la persona. Ordena estudios de electroencefalograma (para valorar la actividad eléctrica cerebral), una resonancia magnética de cráneo y análisis generales de laboratorio.
Estos estudios permiten identificar en 7 u 8 de cada 10 casos la causa de la epilepsia. Lo más común incluye: defectos en el desarrollo del cerebro antes del nacimiento, lesiones provocadas por partos complicados, tumores, la cisticercosis, cicatrices de lesiones provocadas por golpes graves en la cabeza, infecciones, enfermedades autoinmunes, condiciones genéticas, entre otras. En 2 o 3 de cada 10 casos, no se puede explicar la causa de dicha epilepsia.
¿En qué consiste el tratamiento?
El tratamiento incluye la prescripción de un medicamento anticrisis o antiepiléptico específico, su toma constante y puntual, así como cambios en ciertos hábitos perjudiciales en el estilo de vida. Se puede lograr un control satisfactorio de la epilepsia en alrededor de 80% de las personas. La meta es ayudar a que la persona afectada y sus familiares tengan la expectativa de realizar una vida normal.